Proyectos de aguas servidas amenazan Ica

Fecha de publicación

Martes, 16 Febrero 2010
Los agricultores del valle de Ica han levantado su voz de protesta contra la intención del municipio distrital de La Tinguiña de construir cuatro lagunas de estabilización de aguas servidas junto al río Ica en una zona que fue arrasada por su desborde durante el fenómeno de El Niño de 1998 y que, de volverse a producir, provocaría grandes daños al ambiente y al agro del lugar.
Los agricultores del valle de Ica han levantado su voz de protesta contra la intención del municipio distrital de La Tinguiña de construir cuatro lagunas de estabilización de aguas servidas junto al río Ica en una zona que fue arrasada por su desborde durante el fenómeno de El Niño de 1998 y que, de volverse a producir, provocaría grandes daños al ambiente y al agro del lugar.

En diciembre, el alcalde de La Tinguiña, Rubén Velásquez (que milita en la agrupación política del presidente regional Rómulo Triveño), logró que el Forsur apruebe el expediente técnico del proyecto para rehabilitar el sistema de agua potable y alcantarillado de su distrito por un monto superior a los cinco millones de soles. Sin embargo, lo controversial del proyecto es que se planea construir en la margen izquierda del río Ica cuatro lagunas de estabilización (dos en una primera etapa y otras dos en la segunda), que recolectarán las aguas servidas de once centros poblados del sector norte de La Tinguiña.

AMENAZA LATENTE. Como se puede observar en las fotografías y planos a los que accedió Correo, el lugar donde se planean construir las lagunas de aguas servidas fue arrasado por el desborde del río Ica durante el fenómeno de El Niño de enero de 1998. Lo preocupante es que de producirse un nuevo desborde del río, las lagunas con las aguas servidas se desembalsarían y discurrirían en los campos de cultivos del valle iqueño con el consiguiente daño ambiental y la contaminación de las plantaciones de peligrosas bacterias, como la escherichia coli.

Por lo pronto, se vuelve necesario que la Contraloría ponga bajo la lupa aeste proyecto de saneamiento y verifique si cumplió o no con las exigencias requeridas por la ley. precauciones. Ante las denuncias, el alcalde de La Tinguiña, Rubén Velásquez, defendió la ubicación de las lagunas de estabilización de aguas servidas junto al río Ica y aseguró que el proyecto cuenta con un "estudio" de impacto ambiental. "Tanto así que en el futuro se planea convertir las lagunas en una planta de tratamiento, como está de moda", acotó.

Sobre la amenaza que un futuro desborde del río Ica afecte las futuras lagunas de aguas servidas, indicó que se tomarán las medidas de seguridad del caso. "Esa es una zona no cultivada, pero le daremos seguridad, haremos una arborización completa", agregó. Dos pozas más en San José Otra preocupación de los agricultores iqueños son las dos pozas de oxidación de aguas servidas que se construyen en la margen izquierda del río Ica, en el distrito de San José de Los Molinos.

Según los oficios que la Autoridad Nacional del Agua envió en agosto pasado al alcalde Félix Escobar, las pozas invaden la "faja marginal del río Ica", lo que constituiría una infracción a la Ley de Recursos Hídricos. No tendría certificación Organizaciones como la Asociación de Agricultores de Ica, la Comisión de Regantes de Aguas Subterráneas del Valle de Ica y diversas juntas de usuarios de riego han expresado su rechazo a la ubicación de las lagunas de La Tinguiña, al considerarlas un "grave riesgo" al entorno ecológico de la región. Según las cartas notariales que estas organizaciones enviaron en los últimos días al alcalde Rubén Velásquez, el proyecto no ha contado con el "análisis debido", ni mucho menos con el "certificado ambiental" que se exige en este tipo de obras de saneamiento.

(Sábado 13 de febrero / Diario Correo)
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